Porque me enseñaste que no es necesario ser iguales para llevarnos bien, ni llevarnos bien todo el tiempo para ser felices. Me enseñaste que no todo tiene que ser perfecto para serlo y que con todos tus defectos y todas tus virtudes, sos perfecto para mi. Me enseñaste a mejorar con cada pelea (que no vamos a mentir, fueron muchas) y me enseñaste a cambiar yo, por vos, para estar mejor los dos. Me hiciste sentir cosas que nunca nadie me habia hecho sentir antes, y me haces sentir día a día (mas allá de todo) ganas de no dejar de sentirlas. Me hiciste sentir miedo, varias veces de perderte, y una vez de no poder volver a recuperarte. Sé que en su momento te fallé, te lastimé y te mentí, que a decir verdad para lo único que sirvió fue para extrañarte, para darme cuenta (a tiempo) que no te iba a poder reemplazar jamás con nadie, que no existen dos como vos, que sos único, mejor dicho sos EL UNICO para mi ahora. Y a pesar de eso me diste una segunda oportunidad, volviste a confiar en mi y me perdonaste. Gracias por ser el que se que piensa en mi, el que me aguanta, el que me dice 'dame un kiss' (grasa), el que no me deja dormir pero se acuesta conmigo. Gracias por cada momento que pasamos juntos, por cada mensaje que cuando tenía celular me mandabas, por cada e-face, por cada canción, por cada abrazo, por cada beso, por cada pelear. Por cada miercoles en mi casa, por ese domingo en la tuya, por cada pelea en el centro, por cada ida a floyd, gracias por todo todo todo lo que me das dia a dia, gracias por seguir conmigo y por darme lo que necesito para seguir con vos, por ponerte celoso de cada pibe que me habla (¿che para tanto? si!). Gracias por ser mi vida ahora, por amarme tanto como te amo yo a vos, y gracias, más que nada, por este primer mes juntos (ojalá el primero de muchos, ojalá). No me dejes. Te amo mi vida.
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